La industria mundial del arándano ya preparada para South American Blueberry Convention 2022

Este 21 de abril 2022 se darán cita expositores, profesionales, empresarios, exportadores y visitantes relacionados a este fruto que se proyecta en el mundo con éxito.

La primera edición de South American Blueberry Convention se realizará de manera presencial, este 21 de abril de 2022, en el Sun Monticello, ubicado en Santiago, al sur de la capital chilena y reunirá a actores de la industria mundial del arándano, con un enfoque en Chile, Perú, Argentina y Uruguay.

El encuentro es organizado por Yentzen Group en colaboración con las principales asociaciones nacionales de Chile, Perú, Argentina y Uruguay, con el apoyo de la Organización Internacional de Arándanos (IBO), South American Blueberry Convention.

Actualmente las entradas para asistentes, stands u oportunidades de auspicio para empresas ya se encuentran disponibles, con el fin de posicionar marcas y exponer innovaciones en productos y/o servicios.

South American Blueberry Convention es una oportunidad única para reunir, descubrir y compartir información clave  sobre los desafíos y oportunidades que afectan a esta región exportadora fundamental en la producción de arándano en el mundo.

Entre los temas principales que se abordarán están:  el análisis de los principales desafíos, oportunidades y amenazas de los países sudamericanos productores de arándanos,  perspectivas de la temporada 2022-23, tendencias y proyecciones del mercado, oportunidades de exportación, innovación en la producción de este cultivo. Los participantes también tendrán la oportunidad de construir redes y compartir buenas prácticas.

Agenda común para enfrentar desafíos

Alejandro Pannunzio, presidente del Comité Argentino de Arándanos (ABC) dijo: “Vemos como trascendente un evento como el South American Blueberry Convention, ya que el mismo permite reunir a los productores de un grupo de países con intereses comunes en la producción y comercialización de arándanos. Interpretar las necesidades, requerimientos y expectativas de los actuales y futuros consumidores es central para mantener las tasas de crecimiento en el consumo y las preferencias por nuestra fruta, dándoles las certezas en cuanto a la sustentabilidad productiva, ambiental y social en la que las desarrollamos”.

En tanto, Luis Miguel Vegas, Gerente General de la Asociación Peruana de Productores y Exportadores de Arándanos (ProArándanos) comentó: “Estaremos participando por diversas razones, entre las cuales destaco nuestro compromiso con el contínuo fortalecimiento del ecosistema de arándanos sudamericanos, la construcción de una agenda común entre los diferentes orígenes, el mapeo de las últimas tendencias y la identificación de oportunidades para la sostenibilidad de la industria de arándanos en el largo plazo”.

En la misma línea, Marta Bentancur, de la Unión de Productores y Exportadores de Frutas de Uruguay (UPEFRUY) afirmó que “estamos atravesando cambios sustantivos en toda la industria de frutas frescas y en especial los arándanos muestran un escenario cambiante. Aprender y compartir conocimientos será una oportunidad para enfrentar los desafíos de la industria y reconocemos el esfuerzo de los organizadores para lograr agregar valor para nuestros socios”.

Gustavo Yentzen, presidente de Yentzen Group, indicó: “Este evento es clave para la industria de arándanos de Chile, Perú, Argentina y Uruguay ya que hoy en día el desempeño de cada país está siendo afectado por las mismas variables externas. Los destinos de cada país dependen más que nunca de cómo se comporte la región. Es momento de mirar el desempeño de cada mercado internacional y proyectar su crecimiento futuro en base al crecimiento sudamericano.”

A lo anterior complementó, Peter McPherson, presidente del IBO: “el IBO se complace en apoyar South American Blueberry Convention, que ayudará a impulsar la industria en esta región de exportación tan importante. Al trabajar juntos y compartir conocimientos, podemos superar desafíos comunes e impulsar el consumo de arándanos en todo el mundo”.

Para más información vista nuestro sitio web  www.blueberryconvention.com/ o contacta a  Natalia Castillo al email  ncastillo@yentzengroup.com.

 

Fuente: www.portalfruticola.com

Finaliza la campaña de cosecha y exportación 21/22 en Argentina

Alejandro Pannunzio es el presidente de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia (APAMA) y del Comité Argentino de Arándanos (ABC): una referencia ineludible para hablar del sector. Finalizada la campaña de cosecha y exportación 21/22 nos comunicamos con él para conocer los resultados y el estado de situación de esta fruta, de gran demanda mundial, que sin embargo está lejos de demostrar todo el potencial que prometía a principios de siglo.

Sin pelos en la lengua y con demandas claras a la política nacional, Pannunzio repasa los principales obstáculos que presenta la actividad, el panorama respecto a los competidores del hemisferio sur y las limitaciones del mercado interno como alternativa real para la rentabilidad de los fruticultores. A continuación, el diálogo.

¿Cómo fue la performance argentina en la exportación de arándanos esta campaña?
Las exportaciones fueron de 8.500 toneladas de fruta fresca. En 2020 habían sido 10.500 toneladas. Osea que se verifica nuevamente un decrecimiento de volumen en los envíos. En algún momento Argentina supo estar cerca de las 20.000 toneladas.

¿Y qué pasó?
El gran condicionante son las restricciones internas fruto de las políticas hacia el sector. Por cada dólar que nosotros ingresamos al país, la mitad queda en el Banco Central. También hubo un aumento muy importante del valor de los insumos en dólares. Por otro lado, la inflación fue del 50% y el dólar oficial aumentó el 22%. Sumemos el reintegro de IVA, que se devuelve al cabo de un año y con su valor en pesos, por lo que recuperamos menos del 40% de ese impuesto mientras que en otros países competidores se devuelve entre una semana y 15 días de realizada la exportación. Todos esos números hacen que haber sobrevivido a la campaña sea literalmente un milagro.

Esa falta de competitividad choca contra el buen momento que viven otros países exportadores de la región, como Chile y Perú.
Sí. Otra limitante que tenemos es que no podemos ir a China porque tenemos el 15% de arancel. Perú y Chile tienen cero. Entonces, si aparte de recibir la mitad del valor del dólar, en algunos países de consumo masivo como China tenemos que pagar ese arancel, es muy difícil competir. Por eso terminada la campaña se agranda la lista de productores que dejan la actividad. No la pueden sostener más.

Entonces, en términos productivos, ¿los volúmenes de cosecha se mantuvieron similares a años anteriores y lo que cayó fue la exportación?
También hubo menor volumen porque la superficie fue menor. Todos los años viene decreciendo.

En otros rubros frutícolas, ya sea para la importación (caso banana) o en la exportación (caso cereza) aparecieron problemas por la falta de contenedores para envíos por barco. En el caso de los arándanos se hacen envíos tanto vía marítima como por avión. ¿Cómo fue la logística de esta campaña?
Fue complicada. Hubo embarques que no pudimos hacer por falta de espacio en los aviones, debido a que por la pandemia hay menos vuelos. Y en los envíos marítimos hubo retrasos que en algunos casos significaron pérdidas para los productores. Esta es una fruta muy perecedera. Debido al menor flujo comercial de Argentina respecto a otros países hay menos contenedores disponibles para que podamos subirnos a esos barcos. Por eso tenemos que salir por Chile con nuestra fruta. Aunque es más caro.

¿Cómo es eso?
En vez de hacer 400 kilómetros desde Concordia y cargar en el puerto de Buenos Aires, tenemos que ir hasta Santa Fe, luego a Río Cuarto, Mendoza, cruzar la cordillera y llegar a Chile para recién ahí subir a un barco. En tiempo total, sumando el tránsito marítimo más el camión hasta el puerto chileno, es más corto ir por Chile que por Buenos Aires. Pero es más costoso y eso también nos quita competitividad. El envío marítimo que nos tendría que costar 5 o 6 mil dólares, por toda esa vuelta nos cuesta 14 mil dólares.

Desde hace algunos años vienen haciendo un fuerte trabajo para cambiar la logística y enviar cada vez más fruta por barco, debido a sus menores costos. Al margen de las complicaciones que mencionabas, ¿han avanzado en esa transición?
Sí. Comparado con años anteriores, nuestra participación en los envíos marítimos siguió creciendo. Mirá, nosotros tenemos destinos lejanos como Israel o los países del Sudeste Asiático a los que no llegamos por barco, entonces vamos por aire. Pero nuestros dos mercados principales son Europa y Estados Unidos; por una cuestión de costos hay que abastecerlos sí o sí por barco, el flete aéreo termina comiéndose la rentabilidad. La logística aérea es más cara en general. Ezeiza es caro. Te digo más: parecería que la fruta hacia Estados Unidos nunca más va a pagar el costo de un envío aéreo. O va por mar o no es rentable, independientemente de algún envio en una semana en particular o de un envío puntual. El precio de la fruta bajó mucho a nivel mundial.

¿Preocupa el crecimiento de Perú y Chile en el sector? ¿O ya está asimilado el hecho de que Argentina corre, cómoda, desde atrás?
En algunas estadísticas globales la oferta argentina cuesta encontrarla, para decirlo de alguna manera agradable para nosotros. Para darte una idea: Perú exportó 200 millones de kilos, Argentina 8. Hace 7 u 8 años, Argentina exportaba 20 millones y Perú no existía. Tiempo atrás Sudáfrica no existía y hoy exporta 30 millones de kilos. Chile exporta 140 millones de kilos. Nuestra fruta no mueve la aguja en el mercado en ninguna semana del año, desde hace años.

Personalmente, ¿crees que Argentina puede volver al primer plano o recuperar protagonismo en algún momento?
Sí, pero necesitamos un convenio colectivo de trabajo acorde, acortar la devolución del IVA, tener una cuenta única tributaria que compense créditos y débitos de impuestos nacionales, resolver la problemática cambiaria para facilitar la compra de insumos. Hay muchas restricciones a resolver. En Argentina hay agroquímicos que no se pueden utilizar y en países competidores sí, por ejemplo. Pero el potencial está. Argentina tiene la capacidad agroclimática para hacerlo. ¡Tenemos agua en cantidad y calidad! México es otro jugador importantísimo que creció enormemente y nos desplazó del mercado de Estados Unidos. En el último congreso que organizamos en Apama, un colega mexicano nos decía que en algunas zonas de su país ya no podían expandirse por falta de agua. ¡Y nosotros tenemos unos recursos hídricos fenomenales de agua dulce! Pero necesitamos políticas que no vayan en contra del sector. Que sean neutras. Y si son a favor, mucho mejor.

¿Y el mercado interno? ¿Es una alternativa viable, desde el punto de vista comercial?
Por los problemas de logística que te mencionaba se mandó mucha más fruta al mercado interno. Hoy en día es una opción que está presente durante varios meses del año y nuestros grandes aliados son los niños, ya que es de fácil consumo. El problema que tenemos para ser competitivos acá es que nos matan los impuestos. El precio del mercado interno es buenísimo para los consumidores, porque es bajo, pero no cubre los costos de producción. Estamos haciendo un esfuerzo muy grande para desarrollarlo y sostenerlo, pero hoy por hoy, no paga la inversión.

¿Cuánto debería costar una caja de arándanos para que el mercado interno sea un negocio rentable para los productores?

Es que en realidad el problema es el poder adquisitivo de la gente, que es cada vez menor. Todos ganamos cada día un poco menos. Nosotros queremos seguir trabajando todo lo que podamos el mercado interno. Un consumidor argentino tiene que disponer de la fruta. El arándano gusta. Pero no le podemos pedir al consumidor que gaste en arándanos los ingresos que no tiene. Ni que hablar de que hay un gran porcentaje de población en la pobreza. Lo que tiene que mejorar es la situación económica del país y desde las economías regionales con políticas adecuadas podemos aportar mucho generando decenas de miles de puestos de trabajo.

Para cerrar, ¿tienen en vista nuevos acuerdos comerciales para la próxima campaña?

El año pasado organizamos una ronda de negocios virtuales en un trabajo conjunto con Cancillería, que fue fantástico. Tuvimos diálogos con compradores de Qatar, Arabia Saudita, Indonesia. Un trabajo muy lindo que funcionó muy bien y dejó establecidas relaciones comerciales, que esperamos profundizar en los próximos meses.

 

Fuente: Argentinean Blueberry Committee

 

Perú se ubica como el principal proveedor de arándanos de EE. UU.

Perú se ubicó como  el principal proveedor  de arándanos a EE.UU. en 2021 con una participación del 34% (3% más que el año anterior).

Los envíos de arándano peruano al mercado estadounidense alcanzaron las 105.100 toneladas con un valor de USD 659 millones, lo que significó un crecimiento de 25% en volumen y 20% en valor respecto al 2020.

De acuerdo con Agraria.pe, este progreso se debería a que el cultivo americano de esta fruta no alcanzó los niveles prepandemia y no pudo abastecer la demanda del mercado.

El segundo país con la mayor cantidad de despachos fue Canadá, con un 26% de participación (2% menos que el 2020), seguido de México, con un 21% de participación en el mercado (3% menos que el año anterior).

Durante el 2021, el mercado norteamericano manejó un precio promedio de USD 5.39 por kilogramo de arándanos, lo cual representó un aumento de 7% respecto al 2020.

El arándano mexicano fue el que mejor se cotizó, con un valor de USD 8.11 por kilogramo (15%+). En segundo lugar, se posicionó el peruano, con un precio promedio de US$ 6.27 por kilogramo (5% -). Finalmente, el top 3 lo completó Canadá, con el valor de USD1.89 por kilogramo (13%+).

En cuanto a las empresas peruanas con mayores niveles de exportación de esta fruta fueron Hortifrut Perú S.A.C., con 18% de participación, y Camposol S.A., con 17%.

 

Fuente: PortalFruticola.com